- Nury Sagastume
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En un mundo empresarial cada vez más globalizado y regulado, la transparencia financiera ha dejado de ser un valor agregado para convertirse en una exigencia. Con la entrada en vigor de la NIIF 18, las organizaciones se enfrentan a un nuevo estándar internacional que redefine la forma de presentar la información financiera.
Esta nueva norma sustituye a la conocida NIC 1 y trae consigo cambios sustanciales en los formatos, criterios de presentación, clasificación e información a revelar en los estados financieros. Su objetivo es claro: facilitar la comprensión de la situación económica de una empresa, estandarizando la información a nivel mundial y fomentando una mayor confianza entre inversionistas, socios y entes reguladores.
Adaptarse a esta transición requiere no solo entender los aspectos técnicos de la norma, sino también reestructurar procesos internos, actualizar herramientas tecnológicas y fortalecer las competencias del equipo contable y financiero. Esto implica identificar las diferencias clave con la normativa anterior, dominar los nuevos lineamientos y saber cómo implementarlos de forma estratégica y efectiva.
En definitiva, la NIIF 18 no es solo una actualización normativa, es una oportunidad para profesionalizar aún más la gestión financiera de las empresas. Aquellas organizaciones que logren adaptarse rápidamente estarán mejor preparadas para competir en mercados exigentes, mostrar solidez financiera y tomar decisiones informadas. ¿Tu empresa ya está lista para este cambio?
